El
castillo de Amaiur fue uno de los últimos bastiones del Reino de Navarra, una
de las últimas defensas en caer frente a la conquista llevada a cabo por el
Reino de Castilla.
Si
bien consideramos que Navarra perdió su independencia frente a Castilla en
1512, perdida la batalla de Noáin, sabemos que todavía una hueste de fieles a
la corona Navarra se atrinchero buscando refugio en el Castillo de Amaiur, muy
cerca de la frontera con Francia.
Fue
tal la resistencia mostrada por dichos caballeros, que aun estando en minoría,
fueron capaces de aguantar varias batallas y escabechinas hasta 1522, fecha
definitiva en la que sucumbió frente a la numerosa y mejor preparada armada
castellana.
Una
vez que el Viejo Reino estaba bajo control, el Cardenal Cisneros, hombre de
confianza de los Reyes Católicos, mandó destruir o desmantelar toda aquella
fortificación o baluarte defensivo que rememorara la resistencia Navarra frente
a Castilla. Así pues, el Castillo de Amaiur fue destruido, como otros tantos
castillos navarros, siendo ocho o nueve los únicos que quedaron en pie.
Como
curiosidad, se cuenta que las piedras del castillo fueron reutilizadas para la
construcción de la iglesia del pueblo, así como que la puerta del castillo
estaría hoy en día, en Arraioz, en el palacio Jaureguizar, reutilizada como una
puerta palaciega.
Si
acudimos hoy en día a Amaiur, veremos un monolito levantado a principios del
siglo XX en el lugar donde se encontraba aquel castillo y que fue levantado en
honor y recuerdo de todos aquellos que cayeron en la defensa del Castillo de
Amaiur.
Gracias
a las labores arqueológicas llevadas a cabo por la Asociación Aranzadi,
promovidas por el Ayuntamiento de Baztan y el pueblo de Amaiur, han visto la
luz parte de las viejas murallas que rodeaban la torre del castillo, y no se
descarta que en futuro sed pueda acometer labores de recuperación más completas
de dicho castillo.
*AYUNTAMIENTO.
El
noble Valle y Universidad del Baztan comprendía catorce localidades, y desde
1969 quince, (desde la anexión de Amaiur al Valle). Constituye una única
jurisdicción en propiedad común, un Concejo y un sólo Municipio.
El
organismo supremo político y administrativo es la Junta General de
Valle. Tiene sus propias ordenanzas comunes que han ido elaborándose a través
de los tiempos hasta nuestros días.
Los
lugares de reunión tanto de las Juntas Generales como de las Juntas
Particulares y del batzarre de cada localidad han sido diversos a través del
tiempo.
Desde
finales del siglo XVII se establece que a las Juntas Generales en Elizondo
asistan el alcalde, el secretario, los jurados de cada pueblo y sus 34 diputados.
Las
celebraban en estas fechas: el tercer día de las Pascuas de Navidad,
Resurrección, Pentecostés y San Miguel.
Todavía
a principios del siglo XVIII, los de Aniz y Azpilkueta se reunían en la plaza
pública, los de Irurita se reunían en el lugar llamado Kokolarrañeta, los de
Erratzu en las escuelas y los de Elbete y del resto de los lugares en el
cementerio de las iglesias parroquiales.
La
costumbre de reunirse en estos puntos, algunos de ellos utilizados desde
siglos, desaparece al disponer de una casa ayuntamiento propia.
Por
lo menos ya en 1643 aparece la junta en una sala concejil para dar poder al
noble Miguel de Ursua.
Los
datos que se tiene de esta junta y de juntas posteriores, no debía ser amplia.
En muchas ocasiones se juntaron en el palacio cabo de armería de Jarola en
Elbete por su amplitud.
A
finales de 1695 decidieron construir un edificio de nueva planta y fijaron su
mirada en una propiedad del Real Monasterio de San Salvador de Urdax.
Estos
venden la casa de Lagares por 380 ducados de plata.
Toda
la construcción va expresada detalladamente en un largo condicionado. "El
modelo a seguir en la construcción del edificio debía ser el palacio Jarola de
Elbete, propiedad del alcalde.
Ejemplo
a seguir a la hora de labrar la piedra, al hacer las 2 fajas que separan los
pisos, la cornisa moldurada del remate, las piedras resaltadas de las esquinas
y sobre todo el balcón central.
*LOS AGOTES.
Los
llamados agotes o cagotes, cuyos primeros indicios se hallan en documentos del
siglo XIII, vivieron en los valles de los Pirineos durante seis siglos como una
raza o comunidad diferente, discriminada por todos los pueblos de alrededor.
Las
hipótesis sobre el origen de su mala fama son diversas. Para unos descendían de
los leprosos y por eso se les discriminaba, por miedo al contagio. Para otros
eran descendientes de los godos, por su piel blanca y pelo rubio.
Como
gran distintivo físico de los agotes, se decía que no tenían lóbulo o que lo
tenían pegado a la oreja. Fuera el motivo que fuera, también se baraja que la
exclusión podría haber sido por motivos económicos. Y más en el Valle de
Baztan, donde se instalaron y dieron forma al barrio de Bozate en Arizkun, pues
querían obtener los derechos vecinales y la hidalguía a lo que los vecinos del
Valle se oponían al no cumplir los agotes los requisitos de ser un lugareño o
tener una sangre pura. Eran, por lo tanto, una gente absolutamente discriminada
y sin apenas derechos.
No
se les permitía labrar las tierras comunales, no podían utilizar el molino,
tenían puertas exclusivas en las iglesias llamadas "Agote Ateak" y
siempre tenían que sentarse en las filas traseras en las mismas.
Para
sobrevivir de alguna manera, los agotes únicamente podían desempeñar labores de
borreros o carpinteros (al ser la madera una nefasta conductora de
enfermedades) pero más tarde también ejercieron como albañiles, artesanos o
músicos. Y de hecho debían de ser muy buenos en los trabajos manuales pues no
hay más que ver que arquitectura tan bella consiguieron levantar en Bozate con
sus características casas.
Se
movían según las condiciones se iban endureciendo en el lugar en el que
estaban. con el paso de los años y de los siglos, las condiciones fueron
suavizándose y los agotes poco a poco fueron asentándose allá por donde
estaban, como en Baztan, y recibieron bulas papales por los que se les
consideraba iguales a los vecinos y moradores de segunda como venían siéndolo
hasta entonces. En Bozate todavía a principios del siglo XX eran tratados como
una comunidad especial, aunque hoy en día ya estén totalmente integrados.
Para
los que se consideran descendientes de los agotes en la actualidad, la realidad
ha comenzado a cambiar, pues lo que antaño fue motivo de discriminación y
repulsa, hoy se ha convertido en motivo de orgullo para estos descendientes.
De
todas formas, y entre los más viejos del lugar, todavía los agotes son gente
maldita, y Bozate un barrio maldito.
Fuente.
Ayuntamiento de Baztan. Curiosidades.
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