En
ambas vertientes del Pirineo, desde el Pla de Beret hasta el Cantábrico, se
conoce desde el año Mil, a una raza maldita condenada al oprobio y ostracismo
de sus vecinmos. He aquí algunas claves para comprender el origen de esa
exclusión.
I.- QUÉ SABEMOS DE LOS AGOTES.
Los Agotes, o Cagots, o Gézitains, o Chrestias, o Gafos,
son un grupo humano que aparece documentado en la historia por primera vez
alrededor del año 1.000 y todas las menciones que desde entonces les
conciernen se realizan para documentar una situación especial de exclusión, de
limitación de derechos, de constitución de una casta aparte, de constatación a
su alrededor de un hecho diferencial, siempre en su contra, siempre
dañino y perjudicial para ellos.
Todos los autores que tradicionalmente se han ocupado de
ellos, desde que las primeras referencias aparecen a partir del Siglo XVIII,
buscan las razones de esa exclusión en una peculiaridad que afecta
exclusivamente a los Agotes y no al resto de los humanos, diferencia que según
los diferentes autores puede ser de orden físico, étnico o religioso.
Una gran parte de ellos justifican esa exclusión
apoyándose en unas supuestas taras físicas que los Agotes padecen y que obligarían
a la sociedad a excluirlos, a separarlos de los demás y a alejarse de
ellos por miedo al contagio.
Así la mayor parte de los autores relacionan a los Agotes
con la peste, una peste sui generis, que llaman peste blanca, que debe ser
hereditaria pues la padecen todos ellos, pero no contagiosa.
Además huelen mal, tienen el aliento fétido y transmiten
su mal por contacto de manos y pies.
Ello obliga a sus contemporáneos a prohibirles todos los
empleos relacionados con la comida, la agricultura, la ganadería y cualquier
otro que implique posibilidad de contagio.
Solamente se les cede el dominio de los trabajos
relacionados con la madera, la piedra, esto es, la construcción, la
arquitectura, la música y el baile y en algunos casos especiales, normalmente
a cargo de las mujeres agotes, de la sanación.
Otros justifican su apartheid en base a razones religiosas
relacionadas con una supuesta traición o robo por parte de Ziezi, el
antecesor común a todos los agotes, al profeta Eliseo.
Muchos los hacen descendientes de los Cátaros, de los
herejes Albigenses que se ocultaron en las dos vertientes pirenaicas para
escapar de la hoguera
En cuanto a su pertenencia a grupos étnicos concretos la
mayoría se inclina por hacerlos descender de los godos, pero de los malos godos
pues les llaman perros godos, de los sarracenos ¿¿??.
En cuanto a su aspecto físico sucede prácticamente lo
mismo.
Unos autores los ven altos, rubios, de ojos claros y pelo
liso. Otros los ven morenos, de tez oscura, bajos. Incluso hay fotos de agotes
que ilustran artículos sobre ellos en los que se ve a un hombre y a una mujer
asustados, avergonzados, morenos, cetrinos, cuando se les describe con aspecto
nórdico.
En lo que casi todos se ponen de acuerdo es en que
padecían una enfermedad de la piel, un peste privativa de ellos, una lepra sui
generis, pues no contagiaba a los demás, pero podía hacerlo, o al menos
justificaba su separación.
Es creencia muy extendida que no tenían lóbulos en
las orejas, aunque algún autor llega a decir que en realidad no tenían ni
orejas, simplemente unos agujeros auditivos, a imagen de las serpientes.
Otro montón de teorías absurdas que son desmontadas por
exámenes científicos realizados por doctores en Francia a partir del S.
XVIII.
Tenemos pues un grupo de gente con un origen incierto y
desconocido, pero sin duda culpables de algo gravísimo, con un aspecto físico
que revela defectos y enfermedades y que vienen a ser la expiación de su culpa
causada por los graves actos (secretos para nosotros) que
cometieron en tiempos inmemoriales, muy lejanos, inciertos, borrosos.
Es gente que llegó al Occidente Pirenaico
proveniente de otros lugares (Godos, sarracenos, descendientes de los
constructores del Templo de Salomón) en un periodo de tiempo que nadie puede
fijar con precisión.
Como los primeros documentos que se refieren a ellos
aparecen cerca del año 1.000 lo lógico sería pensar que sería cerca de esa
fecha.
Es una gente venida de fuera, pero que no habla una
lengua distinta de la de la gente que les rodea, no tiene nombre y apellidos
diferentes de sus convecinos, no tiene creencias o una fe que los
distinga de sus contemporáneos, y salvo una cierta tendencia, aunque no
unánime, a describirlos como rubios, altos y de ojos claros, tampoco tiene un
aspecto que los diferencie del resto de habitantes de los pueblos donde
habitan.
¿Entonces de qué estamos hablando?.
¿Qué pasa?.
¿Qué es lo que realmente hace que se castigue a un gran
número de personas, incluidos mujeres, ancianos y niños, durante más de 30
generaciones, a una vida de segunda o de tercera categoría, en una
región muy extensa que comprende al menos dos países en la
actualidad y por lo menos 4 en la edad media, y diversas regiones con origen, lengua
y peculiaridades propias. (Languedoc, Euskal Herria, Aragón, Béarn, Bretaña,…).
¿Quién promueve ese ostracismo, ese castigo inexplicable y
colectivo? ¿Qué organización estaba presente en esa época en todas esas
regiones sometidas a diversos poderes políticos y tenía poder para conseguir
que se aplicara de forma constante, homogénea, regular y extensa esa
prohibición que no obedece a ninguna razón aparente?.
No se me ocurre más que una, que, a pesar de haber
transcurrido mil años, existe aún y sigue mandando sobre la conciencia de
nobles y plebeyos, de campesinos y poderosos, y es la Iglesia Católica bajo la dirección del Papa
de Roma.
Pero ¿por qué?.
Esa es la clave, el quid de la cuestión.
¿Quiénes eran los agotes, qué tenían o representaban para
que la Iglesia
los condenara a una muerte social en vida, castigo que no se ha impuesto (que
se sepa) a ningún otro grupo humano de forma parecida?.
Si averiguamos la razón tendremos luz sobre quienes eran y
cuál fue su origen.
Y viceversa, si tuviéramos su origen podríamos determinar
la razón de la exclusión.
Vayamos por partes.
II.- LO QUE NOS CUENTAN LOS LIBROS.
1.- Su nombre:
En los
diversos documentos que a ellos se refieren se les denomina delas siguientes
formas:
Agotes,
Agots, Cacons, Caffos, Cagots, Cagotes, Cahets, Capots, Caquins, Caqucux,
Canards, Chistones, Chistrones, Chrestias, Chrestiaas, Chrestians,
Christiens, Colliberts, Cristianos, Cristianos de San Lázaro, Gafets,
Gafos, Gahets, Gatées, Gezitains, Lazdres, leprosos, Mesilleros , Oiseliers,
2.- Etimología
de su nombre:
Los diversos autores presentan fuentes de lo más dispares
sobre el origen de sus nombres. Así:
Karos,
en griego, que significa malus,
improbus, ignobilis.
Caas
Goths, cazadores de los godos, perros godos
Leprosos=pauperes christi.
Bigot (By Gog).
Cacos
(griego, significa malo. Caqueux en bretón=malo,
Chrestias=leproso.
Cagot =
devoto falso e hipócrita (Caro Baroja).
Cagot=hipócrita=actordramático(arcaico)=simulador
de santidad.
Chrestia
= cristiano nuevo;
Agote
= confinado por enfermedad de la boca. Bozate = confinamiento de afónicos.
Sus
nombres proceden de palabras celtas (cach, cakod, caffo que significan puant,
sale, ladre.
3.- Su origen:
Tanta
variedad encontramos en su procedencia como en sus nombres. Veamos:
- Caxarnut, ujier del Consejo Real de Navarra en una carta a los Reyes Católicos indica que son los descendientes de ZIEZI, criado de Eliseo el profeta, a quien Éste maldijo tras ser robado por él, y sus descendientes serían Agotes malditos para siempre jamás.
- Filippo Venuti (1754) dice que los cagots son los primeros cristianos peregrinos a Jerusalén.
- Agotes serían godos supervivientes de los dominadores de aquitania y Vasconia en el siglo V, de acuerdo con el Cartulario de l’abadía de Lluc (año 1000) y del antiguo Fuero de Navarra (1074)donde se hace referencia a los Caffos.
- Court de Rebellin, en Monde primitif dice que son los restos de un antiguo pueblo que habitaba en los barrios antes de que Cántabros y Bretones llegaran y los expulsaran.).
- Michel cree que eran extranjeros que ostentaban el dominio de las armas que contactaron a las poblaciones del sudoeste francés durante el siglo IX.
- Otros dicen que son descendientes de sarracenos.
- Otros de godos arrianos
- Otros de los Cátaros, herejes albigenses.
- Provenientes de Francia, donde convivían en las leproserías con otros parias, y de donde fueron expulsados por Philip Le Long (1316-1362) y se instalan en el Baztán en 1350
- Son originarios del Bearn y parecidos a los gascones-bascones. Mercenarios de Carlomagno y derrotados junto con él y Roland en Roncesvalles se les acusa de espías y traidores por ser atacados por sus compatriotas bascones. Desde entonces son apartados y malditos.
- Descendientes de nativos paganos que tardaron en convertirse al cristianismo (Herejes Arrianos).
- Portadores del pecado original.
· Descendientes de los albañiles que Hiram
puso a trabajar para construir el templo de Salomón.
4.- Su aspecto:
-Pío
Baroja dice que sus características antropológicas o antropomórficas se
corresponden con las de los pueblos del centro y norte de Europa.
-Muchos
autores los describen como leprosos y bestias apestosas. O con defectos
aparentes tales como aliento fétido, mal olor, psoriasis u otras afecciones de
la piel. Moncaut, por ejemplo los define como de cabeza grande, cuerpo
raquítico, piernas torsas, y afectados de bocio. Hay quien dice que no podían caminar descalzos por pestilentes.
-Hay
también una cierta unanimidad al definirlos como de aspecto nórdico, ojos
azules, complexión grande, mentón alto, narices prominentes, con ollares
anchos, labios rectos, y falta de lóbulos auriculares. Este último rasgo, la
falta de lóbulos auriculares, es citado por la práctica totalidad de autores.
-Contrariamente
a lo anterior hay una serie de autores que los hacen proceder de los sarracenos
y consecuentemente los describen como morenos y de tez olivácea. Así en las
fotos del libro de Alicia Stutze.
5.- Ubicación:
Dos son
las regiones en que se localizan, aunque algunos autores indican presencia de
Cagots en diversas regiones del centro y este de Francia.
·El
primer núcleo, el más importante, se sitúa en ambas vertientes de la cordillera
pirenaica, desde los valles del Pirineo central hasta el Cantábrico.
Comprende Aragón, Béarn, Landas, Languedoc, Navarra y País Vasco.
-El
segundo en Bretaña.
6.- Distintivos y Peculiaridades:
Muchos cronistas hacen referencia a la obligación impuesta a los Agotes de llevar un símbolo representando una pata de oca cosido sobre el hombro o la espalda. Algunos lo colocan sobre un paño rojo. En algunos casos la referencia a la pata de oca se sustituye por una señal en forma de garra de gato de color rojo.
En
numerosas ocasiones se cita la prohibición
de caminar descalzos.
Es
también recurrente su ubicación en barrios
separados del resto de la población, ghettos a los que se accede a
través de una puerta o de un puente que simbolizan el paso a un mundo
diferente.
Igualmente
en diversos pueblos se incide en la prohibición
a los Agotes de utilizar las fuentes
públicas, limitando su acceso a una fuente separada de la población y de
uso exclusivo para los Agotes.
Tampoco
podían llevar armas ni objetos punzantes ni cortantes, salvo los relacionados
con sus oficios
Una
prueba de la desigualdad de trato que recibían es que era necesario el
testimonio de seis Agotes para igualar el de un perluta (Así denominaban ellos
a los que no eran Agotes).
En muchos lugares la separación se oficializa mediante la prohibición de matrimonios mixtos entre un Agote y un perluta.
7.- Oficios.
A este
respecto hay práctica unanimidad en los diversos autores sobre los oficios que
les estaban permitidos. Por un lado aquellos relacionados con la madera, como carpintero,
leñador y tonelero. Por otro los relacionados con la piedra y la construcción,
como cantero o albañil.
Hay
también numerosas referencias a su papel como maestros de cirugía. Curaban las
plagas. Se les atribuían secretos para curar enfermedades. Las féminas eran
expertas en el conocimiento de las plantas y hay quien llega a firmar que todas
las mujeres sabias antes del siglo XV eran Agotes.
También
se les adjudica un papel importante en la fiesta: son los músicos de las
celebraciones populares, pero sin embargo no pueden participar en el baile.
8.- Relación con la Iglesia:
Es esta
una faceta muy documentada y fundamental en la estrategia de menosprecio hacia
los Agotes. De hecho son numerosas las iglesias , parroquias y cementerios donde
se plasma aún hoy en día el testimonio vivo de tan tremenda separación.
En
muchos lugares con ocasión de su nacimiento se indicaba en el registro
parroquial expresamente su condición de Cagot.
Su
bautismo se realizaba en una pila bautismal aparte. Su acceso a la iglesia se
realizaba por una puerta especial, secundaria y poco aparente, de pequeño
tamaño para obligarles a inclinarse.
Una vez
dentro ocupaban un lugar separado de los demás parroquianos, alejado del altar
y relegado a zonas oscuras y lúgubres, a veces separados del resto mediante una
reja. En algunos casos se llegaba al extremo de darles la comunión
mediante un bastón para evitar el contacto con ellos. Tras su muerte los
enterraban aparte, fuera de tierra bendita.
Todo un
ciclo, desde el nacimiento hasta su muerte, en el que la Iglesia les ponía en su
sitio, les restregaba delante de sus narices y ,de las de toda la comunidad, su
condición de ciudadanos de segunda o de tercera, les negaba los derechos más
elementales de cualquier cristiano.
Agotes
son descendientes de gentes condenadas durante siglos a no poseer nada, a ser
vejadas, humilladas, con imputaciones falsas e infamantes, fruto de la
superstición, del racismo y del abuso de superioridad de la Iglesia Católica.
III.-Nuestro análisis de esos datos.
1.- Su nombre.
Hemos
encontrado muchas acepciones para denominarlos.
Agotes,
Agots, Cacons, Caffos, Cagots, Cagotes, Cahets, Capots, Caquins, ,
Chrestias, Chrestiaas, Chrestians, Christiens, Colliberts, Cristianos,
Cristianos de San Lázaro, Gafets, Gafos, Gahets, Gatées, Gezitains,
2.- Etimología.
A cada
cual más disparatado. No sabemos indicar de dónde viene su denominación, pero
sí podemos decir que ninguna de las teorías expuestas parece tener el menor
rigor científico.
Muchas
de ellas tienen orígenes comunes y etimológicamente provienen de la misma raíz
AGOT-CAGOT
Es el
Caso de Agotes, Agots, Cacons, Caffos, Cagots, Cagotes, Cahets, Capots,
Gafets, Gafos, Gahets, Gatées.
Un
segundo grupo es el de los nombres relacionados con la raíz Cristiano, o
Chrestia. A ella pertenecen los siguientes: Chrestias, Chrestiaas, Chrestians,
Christiens, Cristianos, Cristianos de San Lázaro.
Las
otras Caqucux, Canards, Chistones, Chistrones, Lazdres, leprosos, Mesilleros ,
Oiseliers, responderán obviamente a la diversidad de culturas y regiones
geográficas entre las que habitaban.
3.- Su origen.
Muchas
de las teorías analizadas les hacen venir de algún lugar o grupo étnico
más o menos cercano a Europa Occidental en una época entre el S. V y el IX.
Sólo una
teoría los hace descendientes de los albañiles que Hiram contrató para la
construcción del templo de Salomón, y eso nos hace remontarnos al año 900 a.C.
Algunos
los consideran nativos relegados en sus derechos por pobladores posteriores.
En
cuanto a que sean descendientes de godos, sarracenos, herejes albigenses,
leprosos evadidos de cárceles francesas o similar, las diversas teorías no se
sostienen. Veamos:
Descendientes de los Godos:
Los
godos fueron clase dominante en toda Europa Occidental después de la caída del
Imperio Romano. Y todos sus sucesores se hicieron pasar por herederos de ellos,
lo fueran o no, para legitimar su ascenso a los diferentes tronos en sus
respectivos países.
Por lo
tanto, la descendencia de los godos (no de los perros godos, pero sí de
los godos) la reclaman para sí todas las monarquías europeas desde la edad
media. No hay porqué ceder ese honor a los Agotes, que no nos consta que lo
reclamen para sí.
De los sarracenos:
En
cuanto a que sean descendientes de los sarracenos expulsados de España:
Descendientes de los sarracenos, moriscos, o por lo menos de la población que
en la península Ibérica estaba sometida al poder de los moros son, entre los
siglos IX y XIV la práctica totalidad de la población al sur de los ríos Ebro y
Duero.
¿Por qué
entonces se acusa de ello sólo a una pequeña comunidad humana establecida
precisamente en lugares que si bien sufrieron razzias y ataques de los
sarracenos, nunca estuvieron de manera continuada sometidas a su gobierno ni
cultura? No tiene ningún sentido.
Leprosos:
Por otro
lado casi todos los autores están de acuerdo en que eran leprosos,
descendientes de leprosos, o sufrían algún tipo de afección relacionada con la
lepra.
Algunos
lo justifican estableciendo su origen en leproserías y cárceles francesas de
donde fueron liberados en algún momento tardío de la Edad Media..?
Suponiendo que eso fuera así ningún otro vínculo más debería unirles.
Y
entonces ¿Por qué fueron, todos juntos, a ubicarse en ambas vertientes
del Pirineo y en Bretaña? ¿Por qué entre todos los leprosos que deambulaban por
Europa Occidental en esa época sólo a ellos se aplica el tratamiento
ignominioso de Agotes?¿ Por qué no a los leprosos italianos, alemanes, ingleses,
o sin ir tan lejos, a los de la Península Ibérica o del centro y Oeste de
Francia?.
Por no
hablar de que las primeras menciones a los Agotes, alrededor del siglo XI son
muy anteriores a esa supuesta ola de evadidos o liberados de las cárceles
francesas que tuvo lugar dos o tres siglos después. Absurdo.
A lo que
en realidad se refieren cuando los tachan de leprosos es a que son “leprosos
del alma”, o lo que es lo mismo, herejes.
Paola
Antolini lo indica claramente: Su
condición de leprosos nos subraya su identificación con los herejes. Ello
podría obedecer a una revancha del clero cristiano como resentimiento por haber
sido perseguido en la antigüedad.
Cátaros o herejes albigenses.
Descendientes de los constructores del templo del
Rey Salomón, contratados por Hiram, Rey de Tiro.
Hay una
teoría, o línea argumental, defendida por los Compagnons des devoirs, por los
miembros de las hermandades de carpinteros y canteros francesas, por
alquimistas, antecesores de los masones, que hace a los Agotes descendientes
de Jaques, un cantero-carpintero originario del Pirineo (de Jaca, de ahí su
nombre) que trabajó a las órdenes de Hiram en la construcción del Templo de
Jerusalén.
A él se
atribuye la construcción de la columna Jakin (El que sabe, en euskera).
A su
vuelta a la Galia,
ya con el título de maestro, transmitió sus enseñanzas secretamente a sus
discípulos, creando escuela, tanto en lo referente al Arte de la construcción
de edificios, iglesias fundamentalmente, como al arte de la vida, de la
construcción de la consciencia interna de cada uno, importando a Occidente las
creencias de los herméticos, de los hierofantes egipcios, de los sacerdotes
caldeos y sumerios.
*Opinión.
Nada,
salvo su voluntaria aceptación de su papel de Agotes, los hace diferentes de
sus convecinos. No tienen nombres ni apellidos distintos, no hablan una lengua
extraña, extranjera, sino que hablaban euskera en Euskal Herria,
castellano en Aragón, romance y langue d’oc en Bearn, bretón en Bretaña,
no se les conoce una fe distinta de la cristiana, su aspecto físico, a
pesar de cuantas taras y particularidades se les atribuyen, no difiere de los
caracteres comunes en Europa Occidental.
El más
básico sentido común nos indica que no provienen de otro lugar, insertándose
como extranjeros en las comunidades locales ya existentes. Si fuera sí todos o
gran parte de los aspectos más arriba citados les delatarían.
Los
Agotes estaban ahí, en estas tierras, desde el principio, desde que los,
Iberos, Ligures, Vascones, Celtas, Galos y demás razas llegaron a estas
regiones comunes, desde antes quizás.
El
motivo de su separación no se puede achacar a aspecto, a la
diferencia con sus contemporáneos, o por lo menos a diferencias externas,
aparentes, superficiales.
Eran
diferentes, sin duda, por eso se les separó y se les maldijo. Pero no en su
aspecto. Era algo más profundo, menos perceptible, pero que, a los ojos de
quienes les proscribieron, era sumamente grave.
Y por
más vueltas que le doy sólo puede referirse a una creencia, a una religión, a
una forma de ver y vivir la vida.
Entonces
el motivo que subyace tiene que ser la herejía, algún tipo de terrible herejía.
Sin embargo nada en su comportamiento en esas épocas revela ese pecado.
Debió
ser en tiempos anteriores, lejanos, pretéritos, cuando cometieron la
herejía, cuando adoraban a dioses diferentes, cuando consideraban a las
manifestaciones de la madre naturaleza como expresión de dios, cuando no
reconocían la jerarquía de la iglesia, cuando osaban oficiar directamente
y sin intermediarios sus ceremonias para comunicarse con dios.
Parece
tratarse de una venganza contra los descendientes de una antigua estirpe
de sacerdotes, sanadores, magos, que siempre, desde tiempos inmemoriales,
se han mantenido al margen de la norma impuesta por la Iglesia. Herederos
.de una religión hoy olvidada, una religión cuyos santuarios se encuentran en
lo alto de las montañas, en las cimas y collados desde donde en las noches
claras se observaban las estrellas, los planetas y sus giros y evoluciones que
marcaban las estaciones y épocas del año. Monumentos que aún hoy, a pesar del
tiempo transcurrido y del tupido y oscuro manto que tendió la iglesia para
tapar todo aquello que no pudo absorber mediante un sincretismo ávido e
insaciable, se pueden encontrar en ambas vertientes pirenaicas, desde el Valle
de Arán hasta el Cantábrico, en los mismos lugares donde se adoraba al dios Lug
y a su caldero, en los mismos pueblos y aldeas donde se encuentran rastros de
los Agotes.
Agotes,
gente maltratada y vilipendiada, ciudadanos de tercera, de cuarta categoría,
excluidos de la sociedad, los más viles entre los viles. Pero porqué, si
nada los distinguía de sus vecinos,
¿porqué
soportaban esa carga?.
¿qué les
impedía liar sus bártulos y marchar a otra región donde nadie les
conociera e iniciar una nueva vida ya libres del yugo de la ignominia
compartiendo los mismos derechos que sus vecinos?.
Y sin
embargo, a pesar de lo cruel e inhumano del castigo, algo no encaja en el marco
temporal de la edad media.
En una
época en que la
Santa Inquisición campaba libremente por el occidente
cristiano, cuando brujas, intelectuales heterodoxos, judíos, moriscos, Cátaros,
gitanos, homosexuales y cualquier otra minoría étnica, social o espiritual era
perseguida y condenada sin ningún reparo, no se conocen a penas procesos contra
Agotes.
No se
les persigue ni se les extermina. Sólo se les excluye.
Algo
tenían que los hacía imprescindibles,
y ese algo les salvaba la vida.
¿Qué
tenían, qué sabían, que fuera tan preciado para la iglesia, que a pesar
de todo el odio y el rencor que desató contra ellos le impedía aniquilarlos?.
¿Cuál es
la razón para sobrellevar durante casi mil años una carga tan pesada sin hacer
nada para rehabilitarse?.
¿Acaso
eran ellos los que voluntariamente se separaban de la sociedad para mantener y
salvaguardar unas ideas, unas costumbres, un secreto que transmitían de
generación en generación?.
Sigamos
las pistas que nos han dejado unos y otros.
A este
respecto sus oficios pueden ser reveladores.
Se les
conoce como carpinteros, canteros, músicos y sanadores.
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